Ahora Toca
Estimados amigos:
Hoy comienza un paso más en este caminar que nos damos día a día nuestra creciente banda de españoles afiliados o simpatizantes del Partido Popular en Estados Unidos. Cuando Juan José, Nuria, y demás incansables de la ilusión me preguntaron si quería escribir algo para este rincón, me quedé pensando sobre lo qué sería un buen tema para esta primera contribución. Asuntos no faltan, temas de actualidad los hay. Pero al final lo que me quedaba en mente una y otra vez era hacer una llamada al ánimo, a los que vivimos por aquí y, por extensión, los compañeros de partido que nos leen por el mundo. Y es que las elecciones generales se adelantarán o quizás no a este otoño. Pero en cualquier caso, es ahora cuando toca empezar a ganarlas. Y las ganaremos si somos capaces de comunicar y trasladar a nuestros compatriotas nuestro empeño, nuestras ganas de colaborar en la mejora de nuestra nación, nuestro convencimiento y razones sobre el valor de nuestras ideas y principios, y nuestro compromiso a trabajar para todos.
Las últimas elecciones municipales y autonómicas has sido un buen empuje para nuestra nueva andadura electoral. La victoria del Partido Popular, justa en tamaño y justísima en razón nos demuestra una vez más, en caso de que se nos haya olvidado, que no hay nada de inevitable en la victoria electoral de la izquierda en España. No será fácil. Tendremos que hacer un esfuerzo enorme para llevar no sólo a quienes tenemos cerca ideológicamente, sino a todos aquellos que estén abiertos a escucharnos, nuestro convencimiento de que el Partido Popular representa la opción más eficaz, más fiable, más libre, más comprometida, más justa, más limpia, y que mira en mayor medida al futuro entre todas las alternativas políticas en España.
Razones para votar al Partido Popular no van a faltar. ¡Ay, la de oportunidades que tendremos para hablar de incompetencia supina, mentiras, corrupción, injusticia, sectarismo, etc.! Pero lo que faltará, si no lo hacemos crecer, es el convencimiento íntimo, basado tanto en razones como en afección emotiva, de que es necesario poner al Partido Popular en posición de enderezar el rumbo de la nación, tan mal llevado por el gobierno actual.
Tendremos que hablar no sólo de eficacia en la gestión, sino también de lo que significa estar en consonancia con los valores del Partido Popular. Lealtad a la nación y a unos principios que son la base de la democracia occidental: Obsesión por los derechos individuales, por la separación de poderes, por la libertad de mercado que genera prosperidad tanto en España como en los países que venden sus productos en España. Obsesión por la Constitución, por su contenido, mejorable en no pocos apartados, pero sobre todo por lo que representa al establecer las bases legales y legítimas sobre las que transcurre nuestra andadura democrática. Obsesión por España, no en base a conceptos e ideologías decimonónicas, sino en los intereses comunes forjados durante cientos de años de historia común.
Son éstos principios importantes, imprescindibles en la encrucijada innecesaria en la que nos encontramos. Pero tan importante como nuestro convencimiento es la ilusión con que afrontamos estas elecciones y el futuro de nuestro partido y nuestra nación. Esta ilusión la tenemos que transmitir, en confianza en nuestros valores, en nuestra sociedad, que a pesar de sus sombras, demuestra ser vibrante y mucho más duradera que el gobierno que nos ha tocado estos últimos años y que, gracias al esfuerzo de tantos, acabará como un paréntesis irrelevante en la historia que escribimos todos juntos. Hay quien piensa que pocos o muchos de los errores de este periodo de gobierno son casi irreversibles. No debemos caer en el desánimo. Serán irreversibles si dejamos que otros definan el significado de modernidad, del progreso social, del futuro de la nación. Nada hay más poderoso que los conceptos de las libertades individuales, el imperio de la ley sobre todos, en especial el poder, y la igualdad de los derechos de los ciudadanos seas quienes sean y vivan donde vivan. Establecidos estos principios, todo es mejorable si convertimos nuestro convencimiento en razones y causa para nuestros conciudadanos. Sea esta nota, pues, mi deseo de ánimo y llamada a la esperanza en la tarea que nos llega ya.
CARLOS MONTERO LUQUE (BOSTON, MASSACHUSETTS)
Hoy comienza un paso más en este caminar que nos damos día a día nuestra creciente banda de españoles afiliados o simpatizantes del Partido Popular en Estados Unidos. Cuando Juan José, Nuria, y demás incansables de la ilusión me preguntaron si quería escribir algo para este rincón, me quedé pensando sobre lo qué sería un buen tema para esta primera contribución. Asuntos no faltan, temas de actualidad los hay. Pero al final lo que me quedaba en mente una y otra vez era hacer una llamada al ánimo, a los que vivimos por aquí y, por extensión, los compañeros de partido que nos leen por el mundo. Y es que las elecciones generales se adelantarán o quizás no a este otoño. Pero en cualquier caso, es ahora cuando toca empezar a ganarlas. Y las ganaremos si somos capaces de comunicar y trasladar a nuestros compatriotas nuestro empeño, nuestras ganas de colaborar en la mejora de nuestra nación, nuestro convencimiento y razones sobre el valor de nuestras ideas y principios, y nuestro compromiso a trabajar para todos.
Las últimas elecciones municipales y autonómicas has sido un buen empuje para nuestra nueva andadura electoral. La victoria del Partido Popular, justa en tamaño y justísima en razón nos demuestra una vez más, en caso de que se nos haya olvidado, que no hay nada de inevitable en la victoria electoral de la izquierda en España. No será fácil. Tendremos que hacer un esfuerzo enorme para llevar no sólo a quienes tenemos cerca ideológicamente, sino a todos aquellos que estén abiertos a escucharnos, nuestro convencimiento de que el Partido Popular representa la opción más eficaz, más fiable, más libre, más comprometida, más justa, más limpia, y que mira en mayor medida al futuro entre todas las alternativas políticas en España.
Razones para votar al Partido Popular no van a faltar. ¡Ay, la de oportunidades que tendremos para hablar de incompetencia supina, mentiras, corrupción, injusticia, sectarismo, etc.! Pero lo que faltará, si no lo hacemos crecer, es el convencimiento íntimo, basado tanto en razones como en afección emotiva, de que es necesario poner al Partido Popular en posición de enderezar el rumbo de la nación, tan mal llevado por el gobierno actual.
Tendremos que hablar no sólo de eficacia en la gestión, sino también de lo que significa estar en consonancia con los valores del Partido Popular. Lealtad a la nación y a unos principios que son la base de la democracia occidental: Obsesión por los derechos individuales, por la separación de poderes, por la libertad de mercado que genera prosperidad tanto en España como en los países que venden sus productos en España. Obsesión por la Constitución, por su contenido, mejorable en no pocos apartados, pero sobre todo por lo que representa al establecer las bases legales y legítimas sobre las que transcurre nuestra andadura democrática. Obsesión por España, no en base a conceptos e ideologías decimonónicas, sino en los intereses comunes forjados durante cientos de años de historia común.
Son éstos principios importantes, imprescindibles en la encrucijada innecesaria en la que nos encontramos. Pero tan importante como nuestro convencimiento es la ilusión con que afrontamos estas elecciones y el futuro de nuestro partido y nuestra nación. Esta ilusión la tenemos que transmitir, en confianza en nuestros valores, en nuestra sociedad, que a pesar de sus sombras, demuestra ser vibrante y mucho más duradera que el gobierno que nos ha tocado estos últimos años y que, gracias al esfuerzo de tantos, acabará como un paréntesis irrelevante en la historia que escribimos todos juntos. Hay quien piensa que pocos o muchos de los errores de este periodo de gobierno son casi irreversibles. No debemos caer en el desánimo. Serán irreversibles si dejamos que otros definan el significado de modernidad, del progreso social, del futuro de la nación. Nada hay más poderoso que los conceptos de las libertades individuales, el imperio de la ley sobre todos, en especial el poder, y la igualdad de los derechos de los ciudadanos seas quienes sean y vivan donde vivan. Establecidos estos principios, todo es mejorable si convertimos nuestro convencimiento en razones y causa para nuestros conciudadanos. Sea esta nota, pues, mi deseo de ánimo y llamada a la esperanza en la tarea que nos llega ya.
CARLOS MONTERO LUQUE (BOSTON, MASSACHUSETTS)

2 comentarios:
Carlos, enhorabuena por el estreno de esta sección. Es un honor para el Partido Popular de España en EEUU que hayas dado el pistoletazo de salida y esperemos que este "Rincón Popular" sea un éxito entre los afiliados y simpatizantes del PP en EEUU.
Carlos, bien dices cuando escribes que es ahora cuando toca empezar a ganar las elecciones. Después del "mitin de la demagogia" del Presidente del Gobierno de España en el Debate del Estado de la Nación en el que nos describió el país de Alicia en el País de las Maravillas, nos tienen que entrar mas ganas que nunca de VOTAR desde el exterior en las próximas elecciones generales, sean cuando sean. ¡Qué importante es estar inscrito en los Consulados y comprobar que somos parte de las listas del CERA! Cada voto (repito, CADA VOTO) es un paso mas hacia la recuperación de la cordura en el Gobierno España.
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