Rincón Popular

Lugar de encuentro para afiliados y simpatizantes del Partido Popular de España en Estados Unidos.

14 febrero, 2008

¿Igualdad de oportunidades o igualdad de resultados?

Uno de los discursos más repetidos por el Presidente Rodríguez Zapatero a lo largo de esta legislatura es que su gobierno ha ampliados los derechos de los ciudadanos. Además promete que si vuelve a gobernar seguirá ampliando derechos. No parece una mala idea. Nuestra democracia progresa a golpe de ampliaciones de derechos. Pero me pregunto si no el progreso está en la cantidad o en la calidad.

Es decir, parece razonable tener más derechos. Pero que pasa si los que ya tenemos son cada vez menos apreciados. Creo que eso sería un retroceso democrático.

A estas alturas todo el mundo es consciente que nuestro sistema educativo atraviesa un momento muy difícil. Después de las reformas socialistas durante los gobiernos de Felipe González, del boicot a las reformas propuestas por las ministras Esperanza Aguirre y Pilar del Castillo durante los gobiernos de J.M. Aznar y de la nueva ley educativa del gobierno Zapatero los resultado están a la vista de todos. El informe Pisa no deja en buen lugar al sistema educativo español.

El PSOE confunde, desde hace ya muchos años, igualdad de oportunidades con igualdad de resultados. Todo el mundo debe tener las mismas oportunidades para recibir una educación de calidad. Pero eso no debe significar que todo el mundo debe obtener los mismos títulos o las mismas notas. Así se ha promovido un sistema que reduce el esfuerzo personal en pos de la busqueda de una sociedad más igualitaria. Sin embargo, la igualdad no puede ser definida en esos terminos ya que no todos tenemos las mismas capacidades.

Un sistema educativo igualitario es el que garantiza que todos los alumnos salen con los mismos derechos y que de ellos depende, con su capacidad y su esfuerzo, el resultado final que puedan alcanzar. Pero no podemos, en aras de una supuesta reducción del fracaso escolar, intentar que todo el mundo alcance resultados similares.

Como consecuencia, un sistema educativo público devaluado, acabo siendo el menos igualitario ya que la gente con medios económicos terminará mandando sus hijos a escuelas privadas en las que se garantice una buena formación mientras que la gente con menos recursos se verá obligada a seguir en un sistema público en el que ya nadie confía.

El derecho a la educación es básico. Devaluar el sistema educativo supone un retroceso claro en nuestros derechos ciudadanos. Por ahora, el historial del PSOE en reformas educativas no permite ser optimistas. La mentalidad socialista está demasiada anclada en una idea retrógrada de la igualdad que condena la capacidad de crecimiento del individuo.

Solo una reforma que crea en la cultura del esfuerzo, del sacrificio y en una formación intelectual sólida en valores y abierta al futuro. Esa reforma ya se hizo. Se llamaba Ley de Calidad. Pero el PSOE la derogó al poco tiempo de volver a gobernar.

Al igual que en los temas de investigación, no podemos seguir perdiendo el tiempo en este tema. Nuestros hijos pagarán un precio muy caro si no lo arreglamos ya.


rajoy 08 desde chicago