Carta a Mariano Rajoy

Salt Lake City, Utah, Julio 16 de 2007

Sr. Mariano Rajoy
Presidente del Partido Popular
Madrid, España

Honorable Sr. Rajoy:

He tenido la oportunidad de seguir de cerca la actualidad política española en los últimos años a través del canal internacional de TVE y de diferentes medios de prensa que llegan a mis manos, y a ello agradezco el poder sacar conclusiones personales sólidas referentes a la proyección política de vuestro partido en el ámbito nacional e internacional. Ello, sin duda, me ha llevado a redactar y dirigirle estas líneas que reflejan al mismo tiempo los criterios de mi familia y de numerosos cubanos no afiliados a ningún partido político quienes comparten con nosotros el destierro en este país.

Comparto los ideales que mueven sus luchas en pro de una España mejor, mas justa, próspera y liberada de una vez del populismo ineficiente reflejado por algunos dirigentes del mundo que se empeñan denodadamente en resucitar un cadáver con signos de descomposición o, en el mejor de los casos, en reanimar a un enfermo terminal con signos de muerte cerebral. Tal es el caso de muchos socialistas y neo-comunistas, quienes tan buenos dividendos luchan por sacar de este mundo convulso.

Pero el principal objetivo de mis letras es el de recabar vuestra atención hacia la posición del actual gobierno socialista de España y muchos de sus dirigentes y voceros, quienes se empeñan, no sé con qué fin, en oxigenar y legitimar a un gobierno desacreditado y harto conocido por sus desmanes en contra de las libertades individuales y la libre expresión de su pueblo, al unísono con los dictámenes del Partido Comunista: Tal es el apoyo al actual gobierno de Cuba.

El Sr. Moratinos en su reciente viaje a La Habana colocó una vez más el dedo sobre la llaga al sostener una entrevista más que cordial con Pérez Roque, paradigma de la obsolescencia y sometimiento Castro-comunista, al tiempo que rehusó entrevistarse con la disidencia cubana que tan estoicamente lucha y enfrenta la represión desde dentro de nuestro país. Esta fue, sin duda, una cachetada sin mano a las justas aspiraciones de los cubanos libres, quienes vemos en nuestra Madre Patria el más importante referente de lo que será el no lejano período de reconstrucción de la nación cubana.

Por otra parte, hemos visto con dolor como España hubo de abrir sus puertas durante los últimos años a emigrantes latinoamericanos (ecuatorianos, colombianos, peruanos, dominicanos y otros) mientras que con nuestros co-nacionales no se procedió de igual modo, conociéndose el estado deplorable de nuestras economías y las condiciones de persecución y acoso a que vivimos sometidos todos los cubanos que intentamos disentir de los dictados del Sr. Castro y el Partido Comunista.

Confieso mi falta de optimismo en que el Sr. Zapatero y su cohorte administrativa y política puedan tomar otro rumbo en la actual proyección hacia Cuba; aún más si tomamos en cuenta que se ha propuesto legitimar a otros gobiernos carentes de prestigio internacional dentro del concierto de países democráticos, tales como Venezuela y, más recientemente, Bolivia y Ecuador, pero tengo la esperanza de que luego del seguro triunfo del Partido Popular en las próximas elecciones, los cubanos amantes de la libertad y esperanzados en el establecimiento de un nuevo orden político, económico y social en nuestro país, tendremos en vosotros un oído atento a nuestras voces, una mano amiga tendida para nuestras necesidades y un hombro fuerte del cual apoyarnos ante las contingencias que seguramente reclamará ese período.

Actualmente me encuentro dando los toques finales a un libro que he titulado "Reflexiones en el Destierro", el cual recoge una amplia gama de vivencias personales dentro de: La Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana durante los años de represión más feroz, mi ejercicio de la Medicina en Cuba y otros países de África y América; en fin, de todas las vicisitudes sufridas durante este injusto peregrinaje. Una vez esté concluido, le haré llegar un borrador del mismo en formato CD. Este será, sin duda, un arma más con que el Partido Popular y el pueblo español puedan valorar más profundamente la realidad cubana y seguir acompañándonos en esta lucha contra la opresión y la injusticia social.

Os felicito de todo corazón, a Vd. personalmente, a toda la dirigencia del Partido Popular y al amado pueblo español, a quien tan dignamente representan. Vosotros también tenéis en los cubanos de mi generación un oído receptivo y un amigo dispuesto a entender vuestros propósitos. En nombre mío y de mi familia reciba estas notas.

Afectuosamente,

EDIGBRE DE LA HABANA (SALT LAKE CITY, UTAH)