No es cuestión de talante

Muy poco queda ya para terminar esta campaña electoral y poco más de tres días para conocer el resultado de las elecciones.

Hay mucho en juego en estas elecciones. Siempre hay mucho en juego. Pero creo que nunca las cosas han estado tan claras en cuanto a las actitudes y los programas. Ya no se trata del cambio, de la corrupción masiva o de la guerra. Tanto el PSOE como el PP han expuesto claramente sus opciones. Y me parece que nunca el PP ha sido tan claro y contundente a la hora de rebatir las vaguedades del proyecto socialista.

Por supuesto, nada es completamente irreversible. Pero una victoria del PSOE el domingo y un nuevo gobierno de JLR Zapatero supondrá un retraso impresionante para España. Muchas cuestiones importantes como reformas económicas, educación, inmigración estan en situación crítica pese a que el Presidente Zapatero lo niegue y pretenda silenciarnos con su libro blanco.

Las problemas en educación no se resuelven dando más becas. Esa parece ser la única receta del Presidente Zapatero. Se necesita una nueva cultura de trabajo, esfuerzo y mérito. Pero como muy bien ha dicho Mariano Rajoy no se puede solucionar un problema si se niega la existencia del mismo.

Parapetados tras libros blancos y cantos de alegría los socialistas españoles no pueden ni quieren ver que existen unos problemas estructurales considerables. Entiendo que es difícil para ellos. El mecanismo intelectual de la izquierda está dañado desde hace ya un tiempo. Supongo que es recuperable. Pero lo triste es que no quieren remediarlo y que además en su ceguera arrastran a millones de españoles que tampoco parecen preocupados.

Lo que está en juego el próximo domingo es la capacidad de España de poder pisar el acelerador del desarrollo económico, social, intelectual o seguir en punto muerto, sin pisar el acelerador y esperando que siga soplando el viento de cola mientras esperamos no encontrar ninguna cuesta en la carretera. Podemos seguir cuatro años más en punto muerto. Pero un motor que no funciona se oxida y cuesta mucho más volver a arrancarlo. Además muchas piezas se estropearán y quizás no encontremos ya recambios. Y cada tornillo que se oxida, cada pieza que se pierde es un español más sin trabajo, otro niño con pésima educación y otro familia que apenas puede llegar a final de mes.

Nada es neutro en esta vida. Todos somos responsables de nuestro futuro y del de los demás. Dejemos ya el talante vacío y pongamos energía en un proyecto para hoy y para mañana.

rajoy 2008 desde chicago