Rincón Popular

Lugar de encuentro para afiliados y simpatizantes del Partido Popular de España en Estados Unidos.

11 marzo, 2009

Democracia 2.0

Después de las elecciones gallegas y vascas comenté en mi perfil de FB que debemos empezar a reflexionar en nuevas formas de hacer política. Como primera idea comentaba la posibilidad del voto electrónico. No se trata solo de ahorrarse el paseo al colegio electoral o a correos. Es más bien la posibilidad de hace el voto más ágil, más eficiente y por ello más frecuente. La consulta a los ciudadanos, sea en forma de referéndum o de cualquiera otra fórmula, es algo que mejorará la calidad de la democracia.

Es una vieja idea. Un intento de hacer la democracia más participativa. Puntualmente esos planteamientos afloran en distintas versiones pero no suelen tener mucha continuidad, por desgracia.

No dejar de ser curioso que nos quejemos de nuestro sistema y sin embargo estemos tan poco dispuestos a reflexionar sobre como mejorarlo.

Sin embargo, hoy he leído una noticia interesante y positiva. Se trata de una iniciativa del PP para estimular la participación del ciudadano en el proceso legislativo. Una proposición no de ley del diputado Rafael Merino que defiende que los ciudadanos puedan juzgar y hacer proposiciones, a través de la Red, sobre las iniciativas legislativas del Gobierno.

A priori, la idea es buena. Surgen dudas respecto a como procesar toda la información que manden los ciudadanos y como se integra dicha información en el proceso legislativo. Pero ello no debería impedir que esta iniciativa saliera adelante.

El gobierno del Presidente Zapatero se ha caracterizado por nombrar comisiones de sabios, de expertos y demás. Viniendo de un partido que promueva la igualdad en grado absoluto no deja de chocar ese comportamiento elitista. Por supuesto que debe haber expertos elaborando propuestas. Pero también los ciudadanos deben poder opinar más allá de las citas electorales. La información existe. Se puede acceder a ella. Los ciudadanos pueden y deben informarse de las consecuencias de cada reforma legislativa. Quizás sea pedir mucho. Pero en algún momento debemos empezar. No podemos vivir en el siglo XXI con un sistema representativo digno del siglo XIX.

Habrá que seguir de cerca esta propuesta. Un poco de oxígeno en nuestra democracia siempre viene bien.